Las dos amigas
Las dos amigas Está nerviosa, ¡son tiempos difíciles! Éste es de esos findes en los que más angustiada está, después de dos intensas semanas de dimes y diretes. El día es fantástico, el cielo está despejado y azul, no hay ni una nube, y la brisa del mar llega hasta ella, pero ni se da cuenta. Sólo quiere reflexionar, sólo quiere pensar, sólo quiere descansar. Su amiga va detrás, lleva varios minutos siguiéndola a escasos metros. Sabe que hoy es un día especial, quiere acompañarla, pero no quiere ser un estorbo. Esperará su momento, quizás en un poco se siente en uno de los bancos del camino, y así podrá saludarla. Ella lleva cuatro años con pequeñas molestias, las normales en su profesión, pero todo se revuelve, se recuerda, y se magnifica en estos días. Podría decirse que tiene ácido, si tuviera estómago, pero no es eso, es que la rueda debe empezar de nuevo a contar, algunos se irán y otros vendrán. ¡Lo mejor será sentarse a descansar! Su amiga aprovecha, y se sienta a ...